√ El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León recuerda que detrás del 30% de los casos de fracaso escolar puede haber un problema de visión

√  Una buena visión en edades tempranas es fundamental para el desarrollo social y educacional, pero todavía hay muchos niños con problemas refractivos o ambliopía sin corregir

√  Debe realizarse una exploración visual profunda al inicio de la edad escolar, entre el año y los 3 años de edad, y luego una revisión anual para asegurar la detección de cualquier anomalía

 

Niño en clase

 

Ante el retorno a las aulas de los 340.825 escolares de Castilla y León –hoy se incorporan los alumnos de Infantil y Primaria–, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) recuerda, un año más, la importancia de pasar una revisión visual si no se ha hecho antes.

“La llegada de septiembre es sinónimo de volver a la rutina y la cuenta atrás para la vuelta al cole: uniformes, libros, material escolar… y un sinfín de cosas que hay que preparar. Pero en muchos casos no se tiene en cuenta la salud visual de los niños, a pesar de que es un aspecto muy importante que no se debe olvidar, ya que condiciona su rendimiento escolar”, advierte la vicedecana de COOCYL, Ana Belén Cisneros.

Pero ¿por qué es tan importante asegurarse de que no existe ningún problema en los ojos de los escolares antes de retomar las clases?

Tal y como añade Cisneros, “los primeros años de vida son una etapa crítica para el desarrollo visual” y, por ello, “una buena visión en edades tempranas es imprescindible para el desarrollo social y educacional y clave para potenciar el aprendizaje y el rendimiento durante la etapa escolar y en años posteriores”.

Detectar las deficiencias visuales en la infancia es crucial porque la visión es uno de los sentidos más importantes, proporcionando el 80-90% de la información percibida del exterior. Pero es que, además, diversos estudios alertan de que detrás del 30% de los casos de fracaso escolar puede haber un problema de visión. De hecho, el 32,6% de los niños de entre 6 y 12 años con bajo rendimiento escolar tiene problemas de visión, el 29% no ve bien la pizarra y el 44,9% se cansa al leer, según se desprende del estudio ‘El estado de la salud visual infantil en España’, realizado por el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas.

Problemas visuales más frecuentes        

Entre los problemas visuales no detectados más frecuentes está la ambliopía. El también conocido como ‘ojo vago’ afecta a más de 100.000 niños en España, según datos del ‘Libro Blanco de la Salud Visual 2022’, pero más de la mitad de los padres no lo saben, y por tanto, no buscan tratamiento. La ambliopía se caracteriza por una pérdida de visión central (ya sea agudeza visual, sensibilidad al contraste, binocularidad o percepción de movimiento, entre otros) potencialmente reversible, que resulta de la estimulación anormal o inadecuada del sistema visual durante un periodo crítico del desarrollo temprano de las personas. Según la causa y el momento de su instauración, puede ser moderada o severa. Sin embargo, el ojo vago no solo constituye un problema en la agudeza visual, también afecta a la calidad de vida y a la autoestima del menor.

Además de este problema visual, existen otros, como los defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo), estrabismo o alteraciones de la relación acomodación-convergencia que también influyen sobre el rendimiento de los menores, además de problemas binoculares que pueden dificultar, por ejemplo, la lectura.

En este sentido, se calcula que entre el 5 y el 10% de los preescolares y el 25% de los escolares presenta alteraciones visuales, siendo la miopía un problema que va en imparable aumento entre los estudiantes, con una prevalencia actual del 30 al 40%, que se estima que llegará al 60% en los próximos años, con los riesgos para la salud visual que supone cuando alcanza determinados valores.

Señales que nos indican que hay algún problema

Pero ¿cuándo se deben iniciar las revisiones visuales en los niños? Si no existen signos de alarma previos ni antecedentes familiares importantes de condiciones que puedan ser hereditarias, se recomienda una primera exploración visual más profunda por parte de un óptico-optometrista antes del inicio de la edad escolar, entre el año y los 3 años de edad, y, posteriormente, una revisión anual para asegurar la detección precoz de cualquier anomalía.

En cualquier caso, como recuerda la representante de COOCYL, existen varios signos o síntomas que pueden servir de voz de alarma para que los padres detecten la presencia de un problema visual a tiempo y acudan a un profesional de la visión:

  • Sentarse con una mala postura
  • Acercarse demasiado a los libros, la televisión, la pizarra…
  • Cerrar o taparse un ojo
  • Quejarse de dolores de cabeza o visión borrosa
  • Parpadear más de lo habitual
  • Frotarse mucho los ojos
  • Fruncir el ceño o guiñar los ojos para fijar la mirada
  • Mostrar poca destreza haciendo un deporte, dificultades para pasar la pelota, etc.

¿Qué debemos hacer?

Con todo, la vicedecana de COOCYL establece unas sencillas pautas para asegurar una buena salud visual entre los estudiantes:

  1. Se recomienda realizar al menos una revisión visual al año (el inicio del curso escolar es un buen momento). Es la mejor forma de descartar cualquier problema que pueda afectar al rendimiento escolar.
  2. Realizar descansos durante el estudio. Es aconsejable descansar cada 20 minutos, pero esto no quiere decir que se deje de estudiar. Simplemente, lo que tiene que hacer el menor es levantar la vista del libro o la pantalla y mirar a algún objeto lejano durante unos 20 segundos.
  3. Intentar que adopten una buena postura a la hora de estudiar. Se recomienda evitar torcer la cabeza, mantener una distancia adecuada a los libros y/o pantallas. También se sugiere que el estudio se lleve a cabo en un espacio ordenado, abierto y con luz natural.
  4. Tener muy en cuenta la higiene visual. Hay que enseñarles a no tocarse los ojos con las manos sucias y a lavarse muy bien las manos con agua y jabón, para evitar posibles conjuntivitis.