√ La presencia de estos profesionales sanitarios en la atención primaria visual favorecería la reducción de la lista de espera oftalmológica, la disminución del gasto sanitario y una mejora de la eficiencia del sistema

√ COOCYL recuerda la importancia de ser conscientes de nuestra propia salud ocular, en consonancia con el lema elegido por el Organismo Internacional de Prevención de la Ceguera (IAPB), #LoveYourEyes

 

 

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) se suma un año más al Día Mundial de la Visión para concienciar sobre la importancia de cuidar un sentido, el de la visión, que es, según El Libro de la salud visual, el que más preocupa a la población española, llegando incluso a situarse un punto por encima con respecto a la salud general. Precisamente, el lema elegido este año por la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (AIPC), en consonancia con los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es #LoveYourEyes (#AmaTusOjos), que consiste en ser consciente de tu propia salud ocular y, si puedes, hacerte una prueba de visión o recomendar a otros que hagan lo mismo.

Como recuerda Ana Belén Cisneros, vicedecana de COOCYL, «la salud ocular influye en la educación, el empleo, la calidad de vida, la pobreza… Por eso, el objetivo de este Día Mundial de la Visión es que las organizaciones se unan para animar a los gobiernos, las empresas, las instituciones y los individuos a apoyar activamente el acceso universal a la salud ocular y garantizar que todos cuentan», y añade que «el impacto sobre nuestra calidad de vida cuando perdemos toda o parte de la visión es enorme».

La salud visual, explica la experta, no se limita solo a la graduación; el componente más importante es la ausencia de enfermedades visuales que suelen presentarse sin ningún síntoma. De ahí la importancia de someterse periódicamente a una valoración preventiva.

Sin embargo, la realidad es que al menos uno de cada tres ciudadanos no revisa su vista de forma periódica, lo que conlleva el riesgo de sufrir alguna deficiencia visual que no está siendo compensada o que existan problemas visuales incipientes que terminen por agravarse. Pero es que, además, el Sistema Nacional de Salud (SNS) no consigue cubrir la alta demanda de asistencia oftalmológica, lo que sitúa a esta especialidad entre las que mayores listas de espera acumula.

Por estos motivos, COOCYL se suma a la petición realizada desde el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO) para lograr la plena incorporación de estos profesionales al SNS.

Esta necesaria medida repercutiría de forma muy positiva en los servicios que reciben los pacientes, dado que los ópticos-optometristas cuentan con una formación y una capacitación legal que les permite ofrecer una atención precoz y efectiva. Así, esta incorporación aligeraría las ya saturadas listas de espera, ofreciendo una mejor coordinación en el abordaje de trastornos visuales y remitiendo al paciente, en caso de observar una sospecha de patología, a consulta médica u oftalmológica.

«Los optometristas somos profesionales sanitarios con una formación especializada. Podemos reconocer y tratar aquellas condiciones que requieren una ayuda visual (gafas, lentes de contacto, entrenamiento visual), aportar mejoras ergonómicas a los usuarios y detectar patologías oculares, remitiendo al paciente, si es necesario, al oftalmólogo o al profesional sanitario adecuado. De hecho, cada vez es mayor el número de personas que acuden directamente a los gabinetes de optometría de los establecimientos sanitarios de óptica cuando notan una disminución de agudeza visual o necesitan una revisión de sus ojos», explica Cisneros.

De entre las diferentes opciones existentes para la incorporación de estos profesionales a la atención primaria, el CGCOO propone dos modelos que perfectamente se podrían implementar en el sistema sanitario. Por un lado, la incorporación integral a los servicios públicos con la creación de Unidades de Optometría enfocadas principalmente a la Atención Primaria y de forma multidisciplinar con otros profesionales sanitarios, como médicos de familia, pediatras, etc. Por otro, la incorporación mediante acuerdos o conciertos específicos de externalización de servicios mediante un modelo de capitación (coste preestablecido por paciente/año) en un establecimiento sanitario de óptica.

En cualquiera de los modelos se produciría un ahorro económico significativo para el sistema sanitario, ya que supondría una reducción de costes a corto y largo plazo, gracias a la liberación de consultas hospitalarias.

La atención directa realizada por ópticos-optometristas evitaría las consultas previas de especialidades como la medicina de familia o la pediatría, que son las que más derivan a las consultas oftalmológicas especializadas, liberando estos recursos para la atención de otros pacientes. Así, estimando que el precio medio de una consulta especializada se sitúa en torno a los 70 euros, el ahorro para el sistema sanitario público, una vez descontados los gastos de la implantación del modelo, se sitúa entre los 52 y los 58 millones de euros.

16 unidades en Castilla y León

En concreto, en Castilla y León, tal y como se desprende del informe entregado a la Consejería de Sanidad sobre la Ampliación de cartera de servicios en salud visual: una aproximación de evaluación económica, serían necesarias 16 unidades de Optometría, con un coste anual de 59.309 cada una, lo que supondría un desembolso de 1.838.579 euros, casi la mitad de los 3.642.300 euros de coste estimado en la actualidad.

El ahorro sería igualmente considerable si se optara por un modelo de capitación, cuyo coste se estima en 2.467.800 euros, 1.174.500 euros menos que lo que se gasta actualmente.

Por todo ello, desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León se invita a las instituciones sanitarias a sentarse a negociar y lograr la incorporación efectiva de los ópticos-optometristas a la atención primaria, «ya que somos una de las pocas comunidades autónomas que aún no tenemos representación en el sistema público sanitario», concluye la vicedecana.