√ Casi 53.000 castellanoleoneses sufren esta patología ocular, pero más de la mitad lo desconocen, no siguen ningún tratamiento y están expuestos a grandes discapacidades visuales

√  COOCYL advierte de forma especial a los mayores de 45 años y a personas con antecedentes familiares de glaucoma, así como a miopes o pacientes con diabetes o tensión intraocular alta

 

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) se suma un año más al Día Mundial del Glaucoma para concienciar sobre la importancia de las revisiones oculares para la detección precoz de una enfermedad que puede causar ceguera irreversible en el 5% de los casos si no se trata a tiempo. Precisamente, el lema elegido este año por la Asociación Mundial del Glaucoma (WGA) y la Asociación Mundial de Pacientes con Glaucoma (WGPA), que vienen organizando esta efeméride desde 2008, refleja la esperanza de que, con pruebas periódicas, las personas puedan seguir viendo el mundo que nos rodea lleno de belleza, encanto y aventura: ¡El mundo es brillante, salva tu vista!

Porque la realidad es que este “enemigo silencioso”, que según los datos recientemente publicados por la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) afecta a unas 52.609 personas en Castilla y León –un millón en España–, aunque más de la mitad lo desconocen (26.304), no causa ningún síntoma hasta que se produce una pérdida visual permanente.

Colaboración entre profesionales

Por este motivo, tal y como explica la decana de COOCYL, Inmaculada Aparicio, “como ópticos-optometristas podemos contribuir a hacer frente a este problema de salud desde dos vertientes: una, remitiendo al especialista ante cualquier sospecha que pueda estar asociada con la enfermedad, lo que permitiría, con una detección precoz, poner tratamiento y controlar el proceso para evitar el último estadio de la enfermedad, que conlleva la ceguera; la segunda, y no menos importante, haciendo que los familiares de los pacientes con glaucoma tomen conciencia de la importancia de hacer controles periódicos, ya que existe un fuerte componente genético de transmisión de la enfermedad”.

“Solo actuando de manera conjunta entre los diferentes profesionales se podrán variar las estadísticas de esta invalidante enfermedad”, añade.

Del mismo modo, la secretaria general de COOCYL, Ana Belén Cisneros, insiste en que “la mejor manera para hacer frente a esta enfermedad es la detección precoz mediante la prueba de la presión intraocular, la observación del nervio óptico y la medida del campo visual”.

El glaucoma engloba hasta 60 enfermedades oculares que conducen a la ceguera por una degeneración progresiva del nervio óptico, normalmente provocada por un fuerte aumento de la presión intraocular, que causa una pérdida progresiva de visión y que, generalmente, comienza por la periferia del campo visual, por lo que los ópticos-optometristas, como profesionales sanitarios primarios de la salud visual, desempeñan un papel fundamental para poder detectar a tiempo la enfermedad, explica Cisneros.

Así, lo más recomendable es que a partir de los 45 años se acuda al menos una vez al año a un establecimiento sanitario de óptica para una revisión visual completa, pero, además, hay algunos grupos que deben tener especial precaución, por ser proclives a desarrollar glaucoma, entre ellos, como advierte la experta de COOCYL, personas con antecedentes familiares de glaucoma, en especial, de familiares directos, como padres o hermanos; pacientes con una presión intraocular alta; personas con miopía elevada (mayor de 5 dioptrías), ya que su nervio óptico es más susceptible a la lesión; y personas con diabetes, debido a que el aumento de los niveles de glucosa en sangre puede provocar graves daños en la retina (retinopatía diabética).

Lugares seguros

Desde COOCYL se recuerda, además, que los establecimientos sanitarios de óptica son lugares seguros que cumplen con todas las medidas de higiene y protección que requiere la actual pandemia por covid-19, que, debido al miedo o a la inseguridad generada, ha supuesto también un paso atrás en el necesario diagnóstico precoz de enfermedades como el glaucoma, la primera causa de ceguera irreversible en todo el mundo, a pesar de que hasta un 90% de los casos podrían haberse prevenido.

Sin olvidar las circunstancias especiales de una comunidad como Castilla y León, con un alto índice de envejecimiento, ya que, aunque el glaucoma puede aparecer a cualquier edad, lo cierto es que el riesgo aumenta a partir de los 60 años, con una incidencia que sube del 2% de media al 2,1%; cifra que asciende al 2,3% en personas de entre 60 y 69 años y, una vez pasados los 70, alcanza el 4%.

En este sentido, según explica Ana Belén Cisneros, “como esta patología tiene un marcado carácter hereditario, cada vez que nos encontramos a un paciente con glaucoma o con presión intraocular elevada (aunque no haya desarrollado la enfermedad) debemos recomendar que los familiares más cercanos (hermanos y padres/hijos) acudan al profesional de la visión para que les realice una revisión de su sistema visual y repetir esas revisiones al menos una vez al año”.

El glaucoma en el mundo

Según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 64 millones de personas en el mundo afectadas por el glaucoma y, debido al incremento de la esperanza de vida de la sociedad, se estima que en 2040 padecerán esta patología visual 110 millones de personas.
Como causas del aumento del número de personas con deficiencia visual, el informe más reciente de la OMS señala el envejecimiento de la población, los cambios en los estilos de vida y el acceso limitado a la atención optométrica, en particular en los países de ingresos bajos y medios.