DEL 14 AL 16 DE JUNIO

«Cualquier alteración en la visión del niño afecta a todas las áreas de su desarrollo»

> Los expertos apelan a la responsabilidad de los padres y educadores para prevenir problemas visuales cada vez más prevalentes, como la miopía

> La decana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, el presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas y el rector de la UVA inauguran el congreso nacional, que reúne a 500 especialistas en torno a la Optometría pediátrica 

 

 

 Comunicación COOCYL, 14 de junio de 2019. ­»La visión se desarrolla en los primeros años de vida, así que todos los esfuerzos encauzados al cuidado de la salud visual del niño repercutirán en minimizar, e incluso evitar, problemas como la ambliopía, el estrabismo o el incremento de la miopía. Es nuestro compromiso». Con estas palabras, la decana del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCyL), Inmaculada Aparicio, ha resaltado la importancia del eje temático del OPTOM Meeting Valladolid, inaugurado este viernes en el Centro Cultural Miguel Delibes con más de 500 profesionales reunidos en torno a la Optometría pediátrica.

En la mesa inaugural, la decana, acompañada por el presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), Juan Carlos Martínez Moral, y el rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, ha mostrado su «satisfacción» por recibir, por primera vez en Castilla y León, a destacados profesionales e investigadores de toda España para avanzar en competencias, innovación y nuevas técnicas al servicio de la visión infantil.

Por su parte, Martínez Moral ha destacado el carácter multidisciplinar de este OPTOM Meeting –el cuarto que organiza el Consejo General– como «uno de los congresos de mayor participación y más alto nivel en el ámbito de la Optometría pediátrica», con «más de 30 ponentes de referencia en el mundo científico y académico, que contribuirán a ampliar nuestros conocimientos en el campo de la salud visual, algo que nos va a hacer, sin duda, mejores profesionales».

Mientras, el rector de la Universidad de Valladolid ha mostrado su satisfacción por la excelente acogida del congreso, y ha recordado que una de las titulaciones que ha surgido «con más fuerza e impulso en el seno de la UVA es el Grado de Óptica y Optometría, que ofrece una formación académica excelente». Largo Cabrerizo también ha resaltado la labor que se realiza desde el Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA), «uno de los buques insignia desde el punto de vista formativo, investigador e incluso asistencial».

Estudios que han contribuido de forma decisiva al desarrollo profesional de la Óptica y la Optometría en la Comunidad castellanoleonesa, que aporta destacados expertos a este congreso científico, entre ellos, las oftalmólogas Ana Isabel Vallelado Álvarez y Rosa Coco Martín, del Instituto Universitario de Oftalmología Aplicada (IOBA); la pediatra de Atención Primaria Esther Vázquez Fernández y la doctora en Optometría María Jesús González García, además de la presencia destacada en la conferencia de clausura del doctor Santiago Mar Saldaña.

Detección precoz

Tras la conferencia inaugural de este viernes, a cargo del presidente de la Sociedad Española de Pediatría en Atención Primaria (SEPEAP), el Dr. Fernando García-Sala, el programa científico del congreso se detiene en el Examen y tratamiento optométrico del paciente pediátrico, para incidir en la importancia de la detección precoz desde Atención Primaria y asegurar, así, el funcionamiento visual óptimo de los niños, crucial para el desarrollo general y el aprendizaje durante la etapa escolar.

En este sentido, la doctora Ana Isabel Vallelado, del Instituto Universitario de Oftalmología Aplicada (IOBA), recuerda que «en torno al 80% de la información que recibimos al día nos llega a través de la visión, de ahí la gran importancia que tiene, para la adaptación del niño a su entorno social, que se detecte lo más precozmente posible cualquier alteración visual, porque afecta a todas las áreas de su desarrollo, sobre todo la comunicación, vinculación afectiva, desarrollo motor, desarrollo del lenguaje y nivel de vigilancia».

En esta labor, «los optómetras, junto con los pediatras, son en muchas ocasiones el primer eslabón de la cadena para detectar o sospechar que pueda existir una patología que necesita ser examinada por un oftalmólogo». Así, tal y como expone en su conferencia sobre los criterios de derivación, hay que estar alerta si el niño presenta movimientos erráticos de los ojos, como que no responda a caras familiares o que mire hacia luces intensas; muestre signos que indican posibles problemas visuales, como frotarse o parpadear con mucha frecuencia; o presente apariencias de ptosis (párpado caído), borrosidad de los bordes de la papila, ojo rojo, estrabismo o inflamación.

Con todo, recomienda la primera revisión ocular completa a los 3 años, «si antes no han detectado ninguna de estas señales y no existen antecedentes familiares de patología ocular».

¿Qué sabemos y qué podemos hacer ante la miopía?

Entre los problemas visuales al alza en la infancia, los expertos detectan un aumento en la incidencia de la miopía y piden el establecimiento de pautas en los menores que les servirán el resto de su vida, como “realizar actividades al aire libre y limitar el tiempo de las tareas con visión de cerca, sobre todo, el uso de dispositivo móviles, que no debería superar una hora al día”, tal y como asegura, por su parte, la doctora Rosa Coco Martín, profesora titular de Oftalmología de la Universidad de Valladolid y médica especialista del IOBA, que disertará este sábado, sobre ‘Miopía simple vs patológica: ¿es posible distinguirlas en la edad pediátrica?’

Según explica, «cuantos más familiares miopes tenga el niño y cuanto más pronto empiece a padecer la miopía, mayor es el riesgo de que se convierta en patológica». Así, añade la experta, «si la miopía empieza entre los 3 y los 6 años, es muy probable que el niño acabe teniendo alta miopía, y si progresa más de 5 años seguidos, los pacientes acabarán teniendo un error refractivo mayor, mayor longitud axial y mayor riesgo de <-6D a los 11 años; si la miopía comienza en la adolescencia, habitualmente progresa solo a miopía moderada».

Las primeras señales, en Atención Primaria

Para prevenirla, es fundamental avanzar también en el ámbito de la salud pública, por lo que el OPTOM Meeting Valladolid dedica la jornada del domingo a analizar el importante papel de los profesionales sanitarios de Atención Primaria en esta tarea.

La doctora Marta Esther Vázquez Fernández, pediatra en el centro de salud de Arturo Eyries de Valladolid, insiste en las revisiones periódicas con el óptico-optometrista u oftalmólogo si existen antecedentes familiares o personales de problemas oculares y si se observan comportamientos extraños en el niño, como que desvíe un ojo, lo guiñe, presente dificultad para leer de lejos, parpadeo con frecuencia o sufra lagrimeo frecuente.

Porque la realidad es que, ya en las consultas de Pediatría, «estamos viendo un aumento de la prevalencia e incidencia de los problemas de refracción, y este gran volumen de niños miopes va a hacer que se incrementen las complicaciones oculares asociadas, como graves problemas de retina en la edad adulta».

Sin embargo, asegura que para la detección de los problemas visuales del niño, «en Atención Primaria no se dispone de grandes técnicas ni equipos avanzados y las pruebas que realizamos tienen sus limitaciones», por ejemplo, a la hora de valorar la hipermetropía y astigmatismo, «pero también son fáciles de realizar y tienen gran utilidad».

Según explica, en el recién nacido y el lactante, permiten la detección precoz de problemas oculares, como la catarata congénita o el retinoblastoma. En preescolares, la detección de ambliopía y de trastornos que suponen un factor de riesgo para desarrollarla, como el estrabismo o los errores de refracción. Y en la edad escolar, hacen posible el cribado de la disminución de la agudeza visual.

«Cuando se detecta algún problema significativo, el pediatra procede a su derivación, y corresponde a los ópticos-optometristas y oftalmólogos confirmar el diagnóstico con equipos más sofisticados y determinar el tratamiento necesario”, añade la doctora. Por ello, considera «preciso establecer protocolos consensuados y canales de comunicación que permitan una actuación rápida y efectiva ante los problemas visuales del niño».

Lentes de contacto en edad pediátrica

En la misma línea, la doctora en Ciencias de la Visión María J. González García destaca que la «detección temprana y el manejo o tratamiento de cualquier problema del sistema visual, especialmente en niños, es un reto que, como profesión sanitaria en el ámbito de la visión, debemos asumir», con «especial mención al desarrollo de la miopía, que afecta cada vez a un mayor número de niños, y actualmente se dispone de herramientas que nos pueden ayudar a controlar su progresión».

Entre ellas, el OPTOM Meeting Valladolid ha querido dar respuesta a los numerosos interrogantes que se plantean los padres a la hora de elegir el momento adecuado para el uso de lentes de contacto.

En esta sesión, María Jesús González aborda las peculiaridades de la superficie ocular en niños y las diferencias respecto a los adultos, que, según los estudios publicados hasta la fecha, «no difieren mucho, con lo que la respuesta al uso de lentes de contacto en principio no debe ser muy diferente entre ambos tipos de poblaciones».

¿A qué edad se puede plantear, entonces, la adaptación de lentes de contacto? La experta óptica-optometrista asegura que «cualquier edad es adecuada, siempre que exista la necesidad de utilizarlas y el interés por parte de los niños y de sus padres».

Lo que cambian son, precisamente, las indicaciones, como añade la especialista. «No es lo mismo plantearse la adaptación tras una cirugía de cataratas congénita, que se aborda durante el primer año de vida, o por la existencia de una anisometropía (gran diferencia de graduación entre ambos ojos), cuando la indicación aparece en cuanto se detecta el problema, independientemente de la edad, que, por ejemplo, la necesidad de usar lentes de contacto para realizar determinados deportes, lo que ocurre en edades algo más avanzadas», explica.

El OPTOM Meeting Valladolid concluirá con la conferencia del catedrático de Óptica de la Universidad de Valladolid Santiago Mar Sardaña, que el domingo abordará las interesantes aplicaciones de futuro que se abren en el campo de la Optometría con el infrarrojo: «El sistema visual humano puede detectar radiación infrarroja, incluso en longitudes de onda próximas a los 1.000 nanómetros. Aunque el efecto se conoce desde hace varias décadas, su aplicación no se ha generalizado por no disponer de fuentes de luz con las características adecuadas. Las nuevas generaciones láseres han permitido retomar este fenómeno y, recientemente, se ha demostrado la equivalencia de la refracción en visible y en infrarrojo, lo que nos ofrece muchas posibilidades»

Si deseas conocer todos los datos de OPTOM Meeting Valladolid y consultar el programa, puedes acceder a la web: http://www.valladolid2019.cgcoo.es/