’12 MESES, 12 CUIDADOS VISUALES’: FEBRERO
Más de 900.000 castellanoleoneses sufren presbicia, pero muchos ignoran sus primeros síntomas y no usan corrección
> El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León considera fundamental una revisión ocular anual, no sólo para corregir la vista cansada, sino también para la detección precoz de otras anomalías visuales
> El óptico-optometrista ofrece la ayuda necesaria al présbita para seguir realizando las tareas de la vida diaria sin ninguna dificultad, dependiendo de su trabajo, hábitos de vida o graduación
Comunicación COOCYL, 20 de febrero de 2019. El Colegio de Ópticos Optometristas de Castilla y León (COOCYL), en el marco de su campaña 12 meses, 12 cuidados visuales, se detiene este mes en la importancia de acudir a un profesional de la visión al menos una vez al año, de forma especial en el caso de los mayores de 45 años, cuando la mayoría de la población sufre presbicia, aunque muchos ignoran sus primeros síntomas y no llevan la corrección adecuada.
En Castilla y León, la también conocida como vista cansada afecta a 912.462 personas, aplicando el porcentaje de présbitas que recoge el Libro Blanco de la Visión 2018, donde se asegura que «debido a factores fisiológicos, el 68,5% de la población mayor de 45 años es présbita, es decir, 17,4 millones de españoles», aunque hay estadísticas que incluso elevan el porcentaje al 80%.
De una u otra forma, «es imprescindible acudir a un óptico-optometrista para que realice una revisión del sistema visual y poder descartar otras alteraciones visuales, así como llevar a cabo un análisis completo de la presbicia para recomendar las soluciones visuales más adecuadas en cada caso», tal y como indica la secretaria general de COOCYL, Ana Belén Cisneros.
Y es que no acudir a un profesional de la visión para solucionar la presbicia puede acarrear consecuencias muy negativas, ya que más del 25% de la población entre 19 y 64 años posee condiciones patológicas oculares asintomáticas, como degeneraciones retinianas (7,7%), glaucoma (4,9%), blefaritis o síndrome de ojo seco (2,9%) o lesiones sospechosas del fondo ocular (2,7%), tal y como indica también el Libro Blanco. Así, el óptico-optometrista puede jugar un papel clave en el sistema público de salud detectando patologías oculares en pacientes asintomáticos que consultan por problemas refractivos, y derivarlos al profesional sanitario adecuado.
«Si los sujetos no acuden a profesionales de la salud ocular para solucionar sus problemas de visión, estas condiciones patológicas asintomáticas pasarán desapercibidas hasta que sea demasiado tarde para solucionarlas», añade Ana Belén Cisneros.
Sorprende, sin embargo, que sólo el 66% de la población entre 45 y 54 años utilice algún sistema óptico de compensación, cuando a esta edad, la práctica totalidad de las personas sufren vista cansada, con lo cual hay un 34% de personas que pueden tener serios problemas en la realización de tareas sencillas y habituales, como leer un libro, enhebrar una aguja, cocinar o incluso conducir, con los riesgos que esto puede conllevar para su salud y su calidad de vida.
En este sentido, la secretaria general de COOCYL aclara que «es necesario acudir a un establecimiento sanitario de óptica para adquirir la ayuda óptica necesaria para compensar la presbicia. No es lo mismo estar trabajando delante de un ordenador que dedicarse a la conducción para aconsejar una ayuda visual u otra».
De hecho, el estudio El estado de la visión en el trabajo y el ocio nos indica que dos de cada tres présbitas podrían ver mejor si utilizasen gafas personalizadas en lugar de premontadas, dado que la agudeza media con premontadas no supera el 0,8, mientras que a estas edades el 100% debería lograr un 1,0 de AV.
Las gafas premontadas, dado que están estandarizadas y es imposible realizar una adaptación personalizada, no son idóneas para la mayoría (94%) de los présbitas, ya sea por tener una distancia interpupilar mayor o menor de 62 mm. (estándar medio de las gafas premontadas), por tener astigmatismo, o por tener una potencia esférica diferente en ambos ojos. Condiciones que limitan su agudeza visual.
Con todo, Ana Belén Cisneros explica que las alternativas para compensar la presbicia o disminución de acomodación que ocurre con la edad pueden ser muy variadas:
Gafas de cerca: para ver bien únicamente de cerca.
Gafas progresivas: para ver bien a todas las distancias y para aquellas personas que necesitan llevar graduación para visión de lejos y de cerca en todo momento.
Gafas progresivas ocupacionales: para trabajar delante del ordenador y de otros dispositivos electrónicos.
Lentes de contacto multifocales: tanto para antiguos usuarios de lentillas como para los que quieren empezar a usarlas. Permiten ver bien a todas las distancias sin necesidad de gafas y son más cómodas en determinadas actividades al aire libre.
En conclusión, la secretaria general de COOCYL asegura que la labor de un óptico-optometrista «no se ciñe exclusivamente a revisar el sistema visual y determinar su graduación, sino a recomendar la ayuda visual que le puede proporcionar al présbita seguir realizando las tareas de la vida diaria sin ninguna dificultad dependiendo de su trabajo, hábitos de vida o graduación; además, también realizará un examen visual completo para descartar otras alteraciones debidas al envejecimiento del ojo».
’12 meses, 12 cuidados visuales’
La campaña de COOCYL sobre discapacidad visual forma parte de su nuevo plan de salud visual 12 meses, 12 cuidados visuales, que cada mes lanza una acción informativa dirigida de forma específica a aportar pautas de conducta, señales para avanzar en la detección precoz y opciones de ayuda ante diferentes problemas de salud visual. La iniciativa arrancó el pasado mes de octubre, con motivo del Día Mundial de la Visión y la Optometría.