’12 MESES, 12 CUIDADOS VISUALES’: DICIEMBRE
La mitad de los casos de discapacidad visual se pueden prevenir con una detección temprana
> El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León reivindica el papel de estos profesionales para detectar a tiempo patologías graves como la degeneración macular asociada a la edad
> Con el control periódico del fondo de ojo que realiza el óptico-optometrista se puede advertir la aparición de la DMAE, que está detrás del 32% de los casos de baja visión y del 15% de los casos de ceguera
Comunicación COOCYL, 3 de diciembre de 2018. En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) quiere poner el foco en la importancia de la prevención y la detección precoz, con la consecuente derivación al profesional adecuado, como herramientas fundamentales con las que se pueden paliar hasta el 50 por ciento de los casos de pérdida visual, una condición que lleva progresivamente a la persona que la padece a experimentar un estado de discapacidad visual que le provoca la imposibilidad de realizar tareas en la vida cotidiana.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que, en España, alrededor de 979.200 personas sufren algún tipo de discapacidad visual, de las cuales 920.900 tienen precisamente baja visión, que implica la presencia de una patología de base (visual o sistémica) y que ocasiona una disminución de las habilidades visuales, tales como agudeza visual, campo visual, sensibilidad al contraste, visión del color, capacidad de resolver el deslumbramiento o capacidad de discriminar en condiciones de poca iluminación.
En este contexto, la secretaria general de COOCYL, Ana Belén Cisneros, asegura que, «por medio de un examen visual, el óptico-optometrista no sólo es capaz de determinar si padecemos algún defecto refractivo, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, sino que puede observar indicios de posibles anomalías que afectan a nuestra salud ocular, como las alteraciones de la retina y maculopatías».
Entre ellas, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) está detrás de más del 30% de los casos de baja visión y del 15% de los casos de ceguera en España. El porcentaje de personas mayores de 65 años que la padecen se sitúa en torno al 13%, pero esta prevalencia va creciendo progresivamente con la edad, y teniendo en cuenta, además, que la esperanza de vida aumenta, se estima que en los próximos 20 años los casos de DMAE se pueden llegar a duplicar.
Una visita al óptico-optometrista ayuda a detectar a tiempo esta patología, y hasta el 95% de los casos de ceguera causados tanto por glaucoma como por DMAE podrían evitarse con un diagnóstico precoz.
Soluciones ópticas para la vida diaria
Así, Ana Belén Cisneros asegura que, en el caso de la DMAE, «los ópticos-optometristas tenemos una doble función: tanto en la detección precoz de la enfermedad como en ayudar (cuando existe una disminución de la visión central) en las tareas de la vida diaria con soluciones ópticas específicas y filtros de absorción selectiva».
En el primer caso, este profesional de la salud visual «puede ayudar a detectar esta alteración de la retina con una prueba tan sencilla como la rejilla de Amsler», añade la experta. Se trata de un gráfico con una cuadrícula simple y, en el caso de que las líneas de la cuadrícula se vean distorsionadas o que aparezca una mancha negra en el centro del campo visual, «debemos pensar en la existencia de una alteración en la mácula que puede ser debida a una degeneración macular asociada a la edad».
Cuando la DMAE ya está en un estadio avanzado, el óptico-optometrista especialista en baja visión y rehabilitación «puede ayudar a encontrar y aprender maneras de adaptarse a una visión reducida y permitir realizar tareas que a priori parecen imposibles», explica Ana Belén Cisneros. Se trata, según matiza la experta, «de exprimir al máximo la visión que aún se conserva, utilizando ayudas específicas en función del grado de pérdida visual y de las actividades que se pretendan realizar».
Al respecto, asegura que existe una enorme variedad de ayudas de baja visión tanto para visión de lejos como de cerca. Telescopios, microscopios, telelupas, lupas, lupas con luz o lupas electrónicas, así como filtros de absorción selectiva, que son lentes especiales muy útiles en pacientes con DMAE, ya que realizan una doble función de prevención y protección del ultravioleta y, al mismo tiempo, aumentan el contraste, mejorando así la visión. Existen filtros selectivos de muchos tipos y que cubren cualquier graduación que se precise.
Con todo, desde COOCYL se insiste en potenciar medidas de prevención para minimizar el riesgo de la baja visión. Así, establece una serie recomendaciones que pueden ayudar en muchos casos a frenar o retrasar la DMAE, como son:
• Seguir una dieta rica en frutas y verduras frescas, que contienen antioxidantes, y pobre en grasas animales.
• Suplementos vitamínicos ricos en antioxidantes (Vitaminas A, C y E, luteína, zeaxantina y minerales como el zinc, cobre, manganeso, magnesio etc.) que protegen contra la degeneración macular.
• Realizar visitas al oftalmólogo de manera periódica a partir de los 55-60 años, sobre todo si tenemos algún antecedente familiar que haya padecido la enfermedad.
• Protegerse de la radiación UV con lentes adecuadas y homologadas.
• Evitar fumar, ya que está demostrado que es una de las causas de aparición de DMAE.
• Chequeos de Agudeza Visual y Rejilla de Amsler con ambos ojos por separado en tu óptica.
’12 meses, 12 cuidados visuales’
La campaña de COOCYL sobre discapacidad visual forma parte de su nuevo plan de salud visual 12 meses, 12 cuidados visuales, que cada mes lanza una acción informativa dirigida de forma específica a aportar pautas de conducta, señales para avanzar en el diagnóstico precoz y opciones de ayuda ante diferentes problemas de salud visual. La iniciativa arrancó el pasado mes de octubre, con motivo del Día Mundial de la Visión y la Optometría.