El consejero de Sanidad asegura que estudiará la posible incorporación de los ópticos-optometristas al sistema público de salud

Ópticos-optometristas, oftalmólogos y médicos de Atención Primaria profundizaron en la prevención, detección y tratamiento de patologías oculares frecuentes en una jornada organizada por SACYL y el COOCYL

 


Comunicación COOCYL, 02 de febrero de 2016
. ­El consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, se ha comprometido a analizar los pasos que se tienen que dar para la integración de los ópticos-optometristas en el sistema público de salud de la Comunidad, si bien ha aclarado que esta incorporación «tendrá que ser progresiva». Así lo aseguró durante la clausura de la Jornada de Salud Visual que tuvo lugar el pasado 28 de enero en el Hospital Río Hortega de Valladolid.

«Algún análisis hemos hecho, pero tenemos que estudiarlo con más profundidad; nos parece fundamental. Se trata de una profesión sanitaria, y en la dimensión que tenga que ser, que no me atrevo a plantear aquí, veremos cuáles deben ser las dimensiones que podría tener esa categoría laboral en Sacyl», exponía Sáez Aguado durante esta jornada organizada por SACYL y el COOCYL. El máximo responsable sanitario de la región cree que se debe hacer esa apuesta y desarrollarla progresivamente. «Lo digo en un momento que todavía no es el mejor para el crecimiento en Sanidad; hemos atravesado unos años difíciles en los que lo que pretendemos es mantener el sistema fundamental; no hemos podido crecer en algunas cosas, y todavía es difícil hacerlo, pero de lo que se trata es de analizarlo, de programarlo y de ir tomando algunas iniciativas que yo creo que merecen la pena», destacó.

Para Sáez Aguado, este paso supone un reconocimiento de esta profesión sanitaria, y recordaba que hay quien se plantea «si lo más adecuado es que un licenciando en Oftalmología sea el responsable exclusivo de las consultas cuando se trata de agudeza visual». Al respecto, consideró que es preciso ver cuál es la profesión y la respuesta más adecuadas que debe tener el sistema sanitario para cada necesidad.

Las palabras del consejero sirvieron de broche para una exitosa jornada en la que más de un centenar de oftalmólogos, médicos de Atención Primaria, ópticos-optometristas y personal de Enfermería profundizaron en la prevención, detección y tratamiento de algunas de las patologías oculares más frecuentes, como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

DMAE

Según subrayó el doctor Javier Antonio Montero, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Río Hortega de Valladolid, la detección precoz de esta enfermedad progresiva es esencial para frenar su evolución y «prolongar en el tiempo la calidad visual y de vida del paciente». A este respecto, el especialista recordó que la colaboración entre los distintos profesionales es de gran utilidad a la hora de garantizar el diagnóstico precoz de una enfermedad cuya frecuencia se incrementa con la edad, hasta el punto de que su prevalencia se sitúa en torno al 10% en mayores de 65 años y supera el 25% en los mayores de 75 años.

«Un aumento de la dificultad para la lectura o para reconocer las facciones, la aparición de manchas negras en el campo central de la visión y una deformidad en las líneas rectas, que aparecen como onduladas o quebradas», son algunos síntomas de la DMAE, contra la que actualmente existen «tratamientos eficaces, especialmente en las fases iniciales».

El ojo seco en el entorno laboral

En la cita científica también se analizó la relación entre el entorno laboral y el llamado ojo seco, un síndrome que causa «sensación de sequedad, de cuerpo extraño en el ojo, e incluso dolor» y cuyos síntomas pueden aparecer con mayor frecuencia ante determinadas condiciones ambientales de los edificios donde trabajamos, según explicó Alberto López Miguel, doctor en Optometría e investigador del Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA).

«Una temperatura elevada (más de 21-23 ºC en invierno y más de 24-26 ºC en verano), una humedad relativa reducida (debe ser de entre el 40% y el 60%) y un flujo intenso de aire acondicionado a nivel facial incrementan drásticamente la evaporación lagrimal, lo que va a dar lugar a una mayor exposición del epitelio corneal y, con ello, a una probable aparición de la sintomatología propia del ojo seco», cuyo riesgo también se incrementa «por el uso continuado de pantallas de ordenador, tabletas o móviles», señaló el especialista.

Glaucoma

Por su parte, el doctor Ramón José Bringas Calvo, oftalmólogo y especialista en glaucoma en el Hospital Río Hortega de Valladolid, llamó la atención sobre la importancia del diagnóstico precoz de esta enfermedad «con la que el paciente va a convivir el resto de su vida», por lo que el objetivo es, no ya curarla, sino «controlarla» para que afecte «lo menos posible a la visión».

El glaucoma, cuya prevalencia se sitúa actualmente en el 2%, aunque aumenta con la edad, «no produce síntomas hasta que está en fases avanzadas, por lo que la realización de programas de despistaje se ha mostrado eficaz para detectar a pacientes con más riesgo de presentar la enfermedad».

Prevención en la infancia y abordaje multidisciplinar

Miguel Ángel Estrella Lumeras, óptico-optometrista y Máster en Optometría Clínica por la Universidad Europea de Madrid, defendió que la «colaboración multidisciplinar» entre diferentes profesionales relacionados con el mundo de la visión, pediatras y psicólogos «garantiza el éxito de la prevención de problemas visuales en la infancia para evitar alteraciones en el desarrollo de las capacidades sensoriales y motoras o que dificulten su proceso de aprendizaje».

También de sinergias profesionales habló Victoria de Juan, optometrista del Servicio de Oftalmología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, quien señaló que la detección de patologías oculares y su «derivación pertinente» por parte del óptico-optometrista se ha convertido en una práctica clínica habitual, entre otros motivos, porque «en muchas ocasiones es el primer profesional al que visita el paciente que tiene un problema relacionado con su visión». Por ello, resaltó, «la formación continuada y la protocolización de la exploración resultan claves para una detección eficaz».

Cefaleas y factores visuales

Mientras, la doctora Sonia Herrero Velázquez, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y en Neurología, planteó si existe relación entre factores visuales y las cefaleas, «un síntoma universal que padece el 90% de la población a lo largo de su vida». Según la neuróloga, la asociación entre los dolores de cabeza y la existencia de una patología visual «constituye un porcentaje pequeño del total de las cefaleas que se valoran en la práctica diaria de una consulta de Neurología general». Sin embargo, destacó, su sospecha hace necesario el abordaje por parte de otros profesionales de la salud, siendo crucial, en alguna ocasión, el diagnóstico precoz de la patología ocular de base».

El programa de esta importante jornada científica organizada por SACYL y el COOCYL se completó con las ponencias de las doctoras Mª Yolanda Valpuesta, que profundizó en la necesaria «aproximación al paciente oftalmológico en Atención Primaria» y en la afectación ocular en las enfermedades sistémicas, y Marta Fernández, oftalmóloga del Hospital Río Hortega de Valladolid, quien centró su intervención en la detección y el abordaje de la retinopatía diabética.

Todos los expertos coincidieron al afirmar que fomentar «sinergias» entre oftalmólogos, médicos de Atención Primaria y ópticos-optometristas «enriquece la atención» que se presta a los ciudadanos.

A este respecto, el decano del COOCYL, Ignacio J. Ferreira Burgos, mostró su convicción de que este encuentro fue «un hito en la normalización de las relaciones entre profesionales», y de que dará pie «a otros más, en aras de una mejor salud visual».