Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Río Hortega de Valladolid, impartirá la ponencia ‘DMAE: actualidad y detección precoz’ en la Jornada sobre Salud Visual organizada por Sacyl y el COOCYL

«La colaboración de oftalmólogos, médicos de Atención Primaria y ópticos-optometristas puede permitir un diagnóstico precoz de la DMAE»

 El próximo  28 de enero, el doctor Montero Moreno expondrá la situación actual de la degeneración macular asociada a la edad, en cuyo abordaje es posible realizar, opina, una labor eficaz de apoyo y refuerzo al paciente» desde la colaboración entre las distintas especialidades.

Comunicación COOCYL, 19 de enero de 2016. ­La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es un proceso degenerativo que afecta a las capas externas de la retina, en su zona central, especializada en la visión de precisión y de los colores. La frecuencia de esta enfermedad se incrementa con la edad y con la presencia de ciertos hábitos tóxicos y alimenticios. El jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Río Hortega de Valladolid avanza algunos de los interesantes contenidos que expondrá durante su intervención en la Jornada sobre Salud Visual del próximo 28 de enero.

¿Qué le parece que una jornada reúna, en torno al análisis de la salud visual, a oftalmólogos, médicos de Atención Primaria y ópticos-optometristas?

Pienso que es una idea excelente. Debido a su mayor accesibilidad y a un contacto más directo con el paciente, los ópticos-optometristas van a ser quienes se puedan dar cuenta de la existencia de algún problema visual, como se demuestra por el hecho de que, habitualmente, el paciente que se encuentra insatisfecho con su visión recurre a ellos con mayor frecuencia. Los médicos de atención Primaria aplican excelentes programas de asistencia y detección precoz de patologías relacionadas con determinados grupos de población, como es el caso de la población mayor, lo que permite con frecuencia el diagnóstico de problemas que aún no habían sido detectados por el paciente. Un mayor nivel de concienciación en estos dos grupos sanitarios, así como en la población general, como se persigue mediante las campañas de divulgación, es la única forma de poder lograr un diagnóstico precoz de estos problemas. Finalmente, los oftalmólogos podemos ayudar a refrescar los conocimientos sobre los síntomas y signos que nos vamos a encontrar en estos cuadros, así como facilitar una retroalimentación referente a las actitudes terapéuticas que se van a poner en marcha en nuestros pacientes.

¿De qué manera pueden colaborar estos tres colectivos profesionales en la detección de la DMAE?

La colaboración de estos tres grupos de profesionales puede permitir llevar a cabo un diagnóstico precoz de esta enfermedad, así como hacer frente a la rehabilitación de baja visión, que con frecuencia es necesaria. Además, es necesaria una labor combinada con la finalidad de mantener la adherencia al tratamiento (se trata de un tratamiento continuado, crónico, en ocasiones tedioso y al que se pueden asociar diferentes complicaciones), por lo que entre todos es posible realizar una labor eficaz de apoyo y refuerzo al paciente.

¿Cuál es la incidencia actual de la degeneración macular asociada a la edad y cuáles son los factores de riesgo?

La incidencia (es decir, la aparición de nuevos casos) a cinco años se ha estimado en torno a un 0,5-1% a 5 años y hasta un 14% a 15 años. En estos momentos, se considera que la prevalencia de la degeneración macular (es decir, la frecuencia de personas afectadas dentro de una población determinada) es de entre un 10% en mayores de 65 años hasta más de un 25% en los mayores de 75 años. Los principales factores de riesgo relacionados con la DMAE no son modificables, como es el caso de la edad, la raza blanca, la hipermetropía y la herencia. Existen otros factores sobre los que sí se puede actuar, como el tabaquismo, la falta de actividad física, la obesidad, la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia. Una dieta saludable, rica en antioxidantes y carotenoides puede ayudar a retrasar la aparición de la DMAE o a atenuar sus efectos.  

¿En qué medida la detección precoz condiciona la evolución o el pronóstico de esta enfermedad?

La detección precoz es fundamental a la hora de intentar conseguir unos resultados visuales satisfactorios en estos pacientes. Si bien la DMAE es una enfermedad degenerativa que, por lo general, cursa con un deterioro progresivo, la forma exudativa de esta enfermedad puede presentar una evolución muy rápida que, en el curso de unos pocos meses, puede aniquilar la visión central. Que seamos capaces o no de aplicar el tratamiento de forma precoz en el momento adecuado puede permitir prolongar en el tiempo la visión central y, con ello, la calidad visual y de vida del paciente durante años. Se ha observado en Dinamarca que la tasa de incidencia de ceguera legal atribuible a la DMAE pasó de 52,2 casos al año por cada100.000 habitantes en 2000 a 25,7 casos anuales por cada 100.000 habitantes en 2010, lo que se ha atribuido al empleo del tratamiento antiangiogénico. Es probable que la disponibilidad de nuevos fármacos y pautas de tratamiento pueda reducir aún más estas cifras en un futuro próximo.