Salud

Advierten del riesgo de sufrir síndrome de ojo seco durante la perimenopausia

 

El síndrome de ojo seco afecta a casi al 30% de la población, en su inmensa mayoría mujeres

PR Noticias, 5 de noviembre. ­«Muchas mujeres desconocen que los cambios hormonales que se dan en su cuerpo durante la perimenopausia también pueden afectar a su salud visual. De hecho, enfermedades como el síndrome de ojo seco están muy relacionadas con la llegada de esta nueva etapa en la vida de la mujer, por lo es muy importante que a partir de los 45 años ésta incluya entre sus cuidados la revisión periódica de sus ojos». Así lo afirma el doctor Jesús Merayo, profesor de la Universidad de Oviedo e investigador del Instituto Universitario Fernández-Vega.

Llamada también premenopausia, la perimenopausia es el periodo de transición natural hacia la menopausia.«Es la etapa de la vida de una mujer en la que empieza a disminuir la reserva ovárica y aparecen irregularidades en el ciclo menstrual. Suele presentarse alrededor de los 45 años de edad y su duración media suele ser de 4 años», explica el doctor.

Es precisamente la disminución hormonal la que provoca una alteración en el estímulo de la secreción de todas las mucosas (respiratoria, digestiva, vaginal, etc.) en el organismo de la mujer, modificando también la cantidad y la calidad de película lagrimal. «Como consecuencia de la menor secreción de lágrimas, la mujer puede empezar a sentir molestias en los ojos, a tener sensación de arenilla, sensación de cuerpos extraños, pesadez de ojos, ojos cansados… una sensación seca, áspera y persistente que no tenía antes de empezar con las alteraciones hormonales», afirma este especialista del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.

El síndrome de ojo seco afecta a casi al 30% de la población, en su inmensa mayoría mujeres, y si bien está muy relacionado con los cambios hormonales de la perimenopausia y suele aparecer coincidiendo con esta etapa de la vida, también puede deberse a otras circunstancias. Es por ello que el doctor Merayo insiste en la necesidad de que, sobre todo a partir de los 45 años, la mujer revise periódicamente su salud ocular. «Esto ayudará a verificar si se padece un síndrome de ojo seco y a descartar posibles patologías concomitantes que, como algunas enfermedades tiroideas y otras autoinmunes como las reumáticas o patologías como la fibromialgia o la fatiga crónica, puedan precipitar o provocar esta alteración ocular», explica.

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